domingo, 4 de mayo de 2014

¡Bendito sea Dios!


Buenos días, amigo/a.

“Te conocí aún antes de que fueras concebido. Jeremías 1,4-5. Yo te escogí cuando proyecté la creación. Efesios 1, 11-12. Tú no fuiste un error, porque todos tus días están escritos en mi libro. Salmos 139,15-16 Tú has sido creado de forma maravillosa. Salmos 139, 14. Cada dádiva que tú recibes viene de mis manos. Santiago 1, 17”.

Todas las mañanas una mujer salía a la puerta de su casa y gritaba: —¡Bendito sea Dios! Y el ateo que tenía como vecino respondía: —¡Dios no existe! Un día la mujer suplica: —Señor, ¡tengo hambre! Por favor, dame comida. A la mañana siguiente encuentra una enorme caja, llena de alimentos, junto a su puerta. —¡Bendito sea Dios!, exclama. —¡Le he dicho diez mil veces que Dios no existe! – grita el vecino que aparece detrás de un arbusto –. Yo compré todos esos productos. —¡Bendito sea Dios! –dice la mujer–. No sólo me regaló comida, sino que hizo que el mismo Satanás la pagara.

“Yo no estoy enojado y distante, soy la manifestación perfecta del amor. 1 Juan 3, 1. Porque yo soy tu proveedor quien mira por tus necesidades. Mateo 6, 31-33.  Porque yo te amo con amor eterno. Jeremías 31, 3. Yo también soy el Padre que te consuela y reconforta en todos tus problemas. 2 Corintios 1,3-4”. Que la Palabra fortalezca tu confianza en el Señor. P. Natalio.

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