sábado, 29 de marzo de 2014

Nuestra necesidad básica


Buenos días, amigo/a.

“Tú ves, oh Jesús, nuestra necesidad. Necesitamos de ti, y de nadie más. Sólo tú puedes advertir cuán grande es la necesidad que tenemos de ti en esta hora del mundo. El hambriento se imagina que busca pan, y en realidad tiene hambre de ti. El sediento cree desear tan sólo tomar agua y en realidad tiene necesidad y sed de ti. El enfermo se ilusiona con el ansia de la salud y su mal está en la ausencia de ti”.

Si nuestra más grande necesidad hubiera sido de dinero, Dios hubiera mandado a un economista. Si nuestra más grande necesidad hubiera sido de conocimiento, Dios hubiera mandado a un educador. Si nuestra más grande necesidad hubiera sido de diversión o entretenimiento, Dios hubiera mandado a un animador o a un artista. Pero como nuestra mayor  necesidad es de amor y salvación, Dios mandó a su Hijo, que es amor y Salvador. Dios, como un padre bondadoso, siempre nos da más de lo que necesitamos. Él nos da bendiciones pero depende de nosotros la manera en que veamos nuestra vida y el mundo.

“Pan de vida”, “luz del mundo”, “la puerta de las ovejas”, “el buen pastor”, “la resurrección y la vida”, “la vid verdadera”, “rey”, “camino, verdad y vida”, son algunos rasgos del perfil de Jesús que nos descubren su rica personalidad y su misión en la tierra. La lectura meditada del Evangelio te haga crecer en el conocimiento de las insondables riquezas del Señor. P. Natalio.

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