martes, 28 de enero de 2014

En medio de la naturaleza…

Buenos días, amigo/a

En verano el calor de las ciudades nos proyecta hacia el campo, las
sierras y el mar a buscar, en el contacto con la naturaleza, descanso
y renovación física y espiritual. Ahí están los amplios espacios, el
aire puro, la presencia de animales y aves en su propio ambiente. Todo
en un clima de paz, silencio, serenidad… Una anécdota para que valores
y aproveches tus vacaciones.

Una vez, el padre de una familia acaudalada llevó a su hijo a un paseo
por el campo con la intención de que su hijo viera cuán pobres eran
las gentes del campo. Estuvieron por espacio de un día y una noche
completos en la casa de una familia campesina muy humilde. Al concluir
el viaje y de regreso a casa el padre le preguntó a su hijo: —¿Qué te
pareció el viaje? —Muy bonito, papá. —¿Viste qué pobre es la gente?
—Sí. —Y ¿qué aprendiste? —Comprobé que nosotros tenemos un perro en
casa, ellos tienen cuatro. Nosotros tenemos una pileta que llega de un
tapial a la mitad del jardín, ellos tienen un arroyo que no tiene fin.
Nosotros tenemos unas lámparas importadas en el patio, ellos tienen
las estrellas. Nuestro patio llega hasta la tapia de la casa, ellos
tienen todo un horizonte de patio. Al terminar el relato, el padre se
quedó mudo....y su hijo agregó: —¡Gracias, papá, por enseñarme cuáles
son nuestras pobrezas!

Entrar en contacto un poco más prolongado con la naturaleza nos acerca
a una verdadera fuente de sabiduría. Allí surgen emociones y vivencias
que nos hacen amar más la vida, para volver luego a nuestras
ocupaciones habituales con nuevas energías y nuevas ideas. Que
aproveches la fuerza renovadora de estos días de descanso. P. Natalio.

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