martes, 21 de enero de 2014

Amigo de sí mismo

Buenos días, amigo/a

Por un sabio plan divino las personas somos distintas, tenemos
diversas capacidades, diferentes inclinaciones y gustos. Es una
realidad y tienes que aceptarla buenamente, sin dejarte alcanzar ni
por la envidia del bien ajeno, ni por el orgullo de lo que te ha
tocado. Es señal de madurez la aceptación serena de ti mismo con tus
capacidades y carencias.

Padre mío, fuente de mi vida. Dame la gracia de hacerme amigo de mí
mismo. Si alguna vez sentí vergüenza de ser como soy, te pido perdón a
ti, autor de mi vida y mi ser. Perdona mi insensatez y mi ingratitud.
Desde ahora quiero sentirme contento de ser como soy, feliz de ser
como soy. Te alabo, te admiro y te agradezco por estas manos, este
rostro, esta figura general. Bendito seas por haberme hecho tal como
me hiciste. En tus manos me entrego, feliz de ser como soy.

Recuerda que los demás te necesitan tal como el Señor ha querido que
fueras. No conviene que te pongas una máscara o representes una
comedia. Puedes decirte a ti mismo: “voy a llevarles algo especial,
pues nunca se encontraron ni se encontrarán con alguien como yo; soy
una persona única salida de las manos de Dios”. Dios te valora, hazlo
tú también. P. Natalio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario