viernes, 11 de octubre de 2013

Sabiduría indígena

Buenos días, amigo/a.

El filósofo Platón comparaba nuestra vida con un carruaje tirado por
dos corceles: uno dócil y brioso, otro rebelde y perezoso. Para que el
carro avance el conductor necesita armonizar esas fuerzas contrarias.
San Pablo confiesa esa lucha en su propia vida: la carne que quiere
avasallar al espíritu. Un cacique iroqués te expone su experiencia con
una sugestiva parábola.

El viejo cacique de la tribu charlaba junto al fuego con sus nietos
acerca de la vida, y en ese momento les dijo: — ¡Una gran pelea está
ocurriendo dentro de mí!... ¡es entre dos lobos! Uno de los lobos es
maldad, cobardía, ira, envidia, rencor, avaricia, falsedad, orgullo,
vagancia. El otro es bondad, valor, paciencia, amistad, perdón,
generosidad, sinceridad, humildad, laboriosidad. Esta misma pelea está
ocurriendo dentro de cada uno de ustedes y dentro de todos los hombres
de la tierra. Los indiecitos se quedaron pensando por un rato, hasta
que uno de los niños le preguntó a su abuelo: — ¿Y cuál de los lobos
crees que ganará? El viejo cacique respondió simplemente: —El que
alimentes más, muchacho.

Excelente respuesta: ¡no hay que alimentar los vicios! De este modo
nuestras malas inclinaciones no tomarán fuerza en nosotros. Y así será
si nunca mentimos, nunca criticamos, nunca nos quedamos con algo del
prójimo, etc., sencillamente no sabemos hacerlo porque no tenemos el
mal hábito de hacerlo; pero, estemos alerta para no comenzar. P.
Natalio.

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