miércoles, 9 de octubre de 2013

Comenzando el día

Buenos días, amigo/a.

Empezar bien es importante, porque ayuda a ambientar positivamente la
jornada. Que el clima de este día sea para ti luminoso, festivo y
entusiasta. Empiézalo entonces con pensamientos de confianza, de
fuerza, de alegría. Aquí tienes una oración que te reanimará cuando no
te brote la inspiración y corras el riesgo de empezar tus tareas en
tono menor y con el ánimo por el suelo.

Señor: me cuesta comenzar este día, porque sé que es una nueva tarea,
un nuevo compromiso, un nuevo esfuerzo. Pero quiero comenzarlo con
entusiasmo, con alegría reestrenada, con ilusión nueva. Sé que estás a
mi lado: en mi familia, en mis amigos, en las cosas, en mi propia
persona. Gracias por este nuevo amanecer. Gracias por este nuevo
empezar. Gracias por esta tu presencia. Hoy quiero sembrar paz,
solidaridad, amor, entre mis hermanos. Y sé, mi Señor, que esta tarea
la comienzan cada día muchos hermanos míos de cualquier punto de la
tierra; y eso me alienta y me empuja. También te pido por ellos, y con
ellos te digo: “¡Buenos días, Señor!”.  (P. Fernández).

La Biblia ofrece textos muy hermosos para el inicio del día como
estos: “Confiaré y no temeré porque mi fuerza y mi poder es el Señor,
él es mi Salvador” (Is. 12, 2)  y “Los que esperan en el Señor
renovarán sus fuerzas y desplegarán alas como las águilas: caminarán y
no se fatigarán, correrán y no se agotarán” (Is. 42, 31). Que el Señor
te bendiga y proteja. P. Natalio Bértolo.

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