Ante la naturaleza
Buenos días, amigo/a.
La naturaleza es una buena escalera para llegar hasta el Señor del
universo. Los fines de semana invitan a un contacto más inmediato con
el mar, la montaña, los dilatados horizontes, o los bosques…La
contemplación de la naturaleza es sedante, tonifica el espíritu, te
hace encontrar con lo mejor de ti mismo. Una oración para que
sintonices con la naturaleza.
Padre, tú has creado este universo para que me ayude a conocerte mejor
y a amarte mejor. Cada rayo de luz, cada flor, cada nuevo paisaje a la
vuelta del camino es un mensajero oportuno que me invita, por senderos
fáciles, a subir hasta ti. El rocío de la noche y el gallo que canta
por la mañana, el viento que murmura al pasar y el pan sobre la mesa,
todo me habla de tu bondad. Pero me falta la atención del corazón para
encontrarte en todas las cosas. Consérvame un alma vibrante,
entusiasta, un alma joven, que no se canse de leer el poema de la
Naturaleza. Ayúdame a encontrar bajo los colores y los sonidos tu
pensamiento divino, como el lector encuentra, bajo las letras del
libro, el pensamiento del autor. ¡Que la Naturaleza sea para mí un
templo grandioso, donde cada detalle me revele tu gloria, tu poder y
tu bondad!
Pide al Espíritu de Dios, que según el Génesis “aleteaba sobre las
aguas primordiales” de la creación, te conceda la atención del
corazón, para hacer de las bellezas naturales peldaños de una escalera
que te lleva al Creador. “Nunca se cansen de mirar tus ojos, el
perpetuo milagro de la vida”. Hasta mañana. P. Natalio.
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