El sabio japonés
Buenos días, amigo/a
“Un hombre apegado posesivamente a situaciones, personas o cosas, vive
entre delirios, minimiza o sobrevalora los acontecimientos y las cosas
de acuerdo con sus deseos y temores. No ve las cosas como son, sino a
la luz de sus ficciones. Este hombre es un enajenado de la realidad y,
por eso, su vida es una existencia fragmentaria, ansiosa e infeliz”,
(I. Larrañaga).
Un eminente sabio japonés recibió la visita de un profesor
universitario turista que había ido a verlo para informarse sobre sus
ideas. El sabio sirvió el té, llenó la taza de su huésped y después
continuó echando, con expresión serena y sonriente. El profesor miró
desbordarse el té, extrañado, no logrando explicarse una distracción
tan contraria a la buena educación; pero, a un cierto punto exclamó:
”¡Está llena! ¡Ya no cabe más!”, “Como esta taza”, dijo el sabio
imperturbable,”tú estás lleno de tu cultura, opiniones y conjeturas
eruditas y complejas, ¿cómo puedo hablarte de mi doctrina, que sólo es
comprensible a los ánimos sencillos y abiertos, si antes no vacías la
taza?”
La clave está pues en vaciar tu taza. “Los desposeídos son sabios
porque miran el mundo con ojos limpios. Los que actúan bajo los
impulsos de apropiación y/o rechazo contemplan todo a través sus
deseos y temores. Hacen que las cosas sean como ellos desean”. Anímate
a caminar paso a paso hacia tu libertad interior. P. Natalio.
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