Los cabellos de mamá
Buenos días, amigo/a
Los niños con sus salidas ingenuas son la alegría del hogar. Su
sinceridad y falta de inhibiciones sociales provocan el regocijo de
todos. Pero son siempre un llamado a ser más sinceros y sencillos, a
quitarnos las máscaras, a comprometernos con la verdad… y a tener una
mirada limpia, fresca y asombrada de las cosas, de la naturaleza, de
las personas.
Una niñita observaba a su mamá lavar los platos. Notó que tenía varios
cabellos blancos en su cabellera obscura. Miró a su mamá y le
preguntó, —¿Por qué tienes algunos cabellos blancos, Mami? Ésta le
contestó: —Cada vez que te portas mal y me pones triste, uno de mis
cabellos se vuelve blanco. La niñita pensó un rato y luego dijo,
—Mami, ¿por qué todos los cabellos de mi abuelita están blancos?
Vivir con sinceridad es decidirme a hablar con la verdad en la mano,
aunque a veces me cueste; a no valerme de una mentira para salir de
una dificultad o librarme de una responsabilidad; a no mentir para que
los demás piensen algo bueno de mí; a reconocer con honestidad cuando
me equivoqué. He aquí un camino exigente de grandeza moral. P.
Natalio.
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