martes, 14 de mayo de 2013

Las liebres y los leones

Buenos días, amigo/a

Hay una realidad indiscutible, normal y prevista por Dios con un
designio de amor: los talentos y capacidades han sido distribuidos en
forma desigual. ¿No te parece que es con el fin de hacernos crecer en
el amor y el servicio mutuo, complementándonos, ayudándonos,
intercambiando los dones, para integrarnos a la familia humana? Una
fábula iluminará la idea.

Las liebres arengaban en la asamblea y explicaban que todos deberían
ser iguales. Los leones entonces replicaron: —Sus palabras, señoras
liebres, son buenas, pero carecen de garras y colmillos como los que
tenemos nosotros. Esopo.

Es fundamental convencerme que si quiero ser yo mismo, el único punto
de referencia para superarme soy yo. No necesito envidiar a nadie. Lo
correcto es conocer mis talentos y habilidades, alegrarme de lo que
tengo y cultivarlo. Aceptaré, por otra parte, mis límites y carencias.
Piénsalo y vive en armonía y paz tu propia realidad. P. Natalio.

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