miércoles, 24 de abril de 2013

Caparazón de la tortuga

Buenos días, amigo/a

No te aísles dentro de ti mismo, no te cierres en tus propias
necesidades y problemas; no límites tu preocupación solamente a ti o a
tu hogar. Convéncete más bien de que, de una o de otra forma, todos
los seres humanos son tuyos. Despreocuparse de los demás es
empobrecerse, quedar gravemente menoscabado y atrofiado. Es una falta
de madurez.

Cuenta una leyenda griega que, para celebrar sus bodas, Zeus, padre de
los dioses, invitó a todos los animales. Sólo faltó la tortuga.
Intrigado por su ausencia, le preguntó al día siguiente:  —¿Cómo
solamente tú entre todos los animales no viniste a mi festín? —¡Hogar
familiar, hogar ideal! —respondió la tortuga. Zeus, indignado contra
ella, la condenó a llevar siempre su casa a cuestas. (Esopo)

Hay quienes no temen asumir compromisos en su entorno social. Pero
otros adoptan como norma el "no te metas", egoísta y estéril. Una cosa
es meterse y otra muy distinta "entrometerse". Está bien que no te
entrometas en la vida ajena. Pero métete con ellos, en el sentido de
comprometerte, preocuparte por su bien, por sus problemas, por sus
necesidades. P. Natalio.

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