Signos de madurez
Buenos días, amigo/a
Madurar es dejar atrás algo a lo cual estuvimos apegados y de lo cual
nos cuesta despren-dernos; es atrevernos una vez más y estar
dispuestos a ser diferentes de lo que fuimos ayer; es desarrollarnos
y evolucionar desde adentro. Cuando decidimos cambiar una actitud
negativa, estamos creciendo. Cuando decidimos corregir un error,
estamos madurando.
Me sorprende cómo celebran nuestros jóvenes la llegada de sus 18 años:
emborrachándose, fumando, con grandes fiestas, frecuentando lugares
del todo impropios. Se presentan como adultos en la sociedad,
rompiendo sus leyes. Cuando un joven aborigen de la tribu Maui de las
islas del Pacífico llega a la mayoría de edad, las cosas son
diferentes. Se le somete a una prueba, para comprobar si es realmente
maduro, adulto, y capaz de llevar una vida responsable, y de formar
una familia. El joven tiene que construir una piragua con sus propias
manos y navegar, totalmente solo, por más de 500 kilómetros de mar
abierto, hasta una lejana isla, de la cual debe traer una flor exótica
de vuelta a casa. Debe sortear todo tipo de peligros.
El conocimiento de ti mismo, de tus fortalezas y debilidades, está en
la base de tu maduración armónica como persona. Con un ojo en tus
virtudes para conservarlas y darles brillo, y con el otro ojo en tus
debilidades para neutralizarlas, afronta con esperanza y firmeza esa
labor cotidiana de llegar a realizar el proyecto de Dios sobre tu
vida. P. Natalio.
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