domingo, 16 de diciembre de 2012

Truco y cerveza

Buenos días, amigo/a

Decir familia es hablar de un proyecto común, sueños compartidos,
camino acompañado. Es pensar en el otro, y en lo mejor del otro, y
pensar juntos en lo mejor de nosotros para todos los demás. Decir
familia es darse fuerzas entre todos. Es animarse a crecer juntos poco
a poco. Decir familia es brindarse con generosidad y compartir todo
con esperanza y amor.

Un rico empresario de Buenos Aires solía invitar a su casa, noche tras
noche, a sus amigotes a jugar al truco y a tomar cerveza. Y noche tras
noche, aumentaba el enojo de su mujer. Por fin ella se presentó en la
cocina, donde se habían reunido los jugadores, para avisarle a su
esposo que se marchaba inmediatamente con los niños a Mar del Plata,
donde vivía su mamá. El marido no dijo una palabra. Pero, no bien hubo
salido la enfurecida mujer, corrió al teléfono, llamó al Aeroparque y
alquiló un avión. Cuando la disgustada esposa entró a la casa de sus
padres, en Mar del Plata, encontró a su marido y a sus camaradas
cómodamente instalados en la cocina de los suegros, tomando cerveza y
jugando al truco.

Decir familia es hablar del diálogo fecundo que disipa las
suspicacias, abre las puertas, soluciona los conflictos, engrandece la
persona; es vínculo de unidad y sustento de la amistad verdadera.
Cuando hay alguna desinteligencia se debe, casi siempre, a la falta de
diálogo. Que vuelvas al diálogo una y otra vez con ilusión, en el
respeto y la comprensión mutua. P. Natalio.

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