Del silencio a la paz
Buenos días, amigo/a
“Aun en la vida cotidiana más afanosa y complicada, estoy seguro que
es posible reservarse algunos momentos de silencio, si lo deseamos de
verdad, para retomar la conciencia de sí mismo y mirar desde ahí
alrededor”, (Carlos Martini). Comienza desde el silencio a construir
una sólida paz interior, para aportar a los demás lo mejor de ti
mismo.
A la beata Teresa de Calcuta le gustaba entregar una «tarjeta de
visita» en la que estaba escrito: «Fruto del silencio es la oración;
fruto de la oración la fe, fruto de la fe el amor, fruto del amor el
servicio, fruto del servicio la paz».
La agitación y el ritmo descontrolado de las ocupaciones pueden hacer
que te olvides de las cosas esenciales de la vida. No te dejes
perturbar por pequeñeces, que debes sobrevolar y olvidar. La serenidad
de tu espíritu es un valor tan grande que no merece canjearse por
insignificancias. P. Natalio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario