miércoles, 24 de octubre de 2012

Aceptación y confianza


Buenos días, amigo/a.


Confiar en Dios que nos ama, es fundamental para aceptar, con ánimo

sereno, los contratiempos y dificultades de cada día. Nunca tendrás
pruebas superiores a tus fuerzas. El Señor correrá a darte una mano
cuando te hundas. Basta que lo invoques con fe y todo redundará para
tu mayor bien.

Un joven, ya no daba más con sus problemas. Cayó de rodillas, rezando,
"Señor, no puedo seguir. Mi cruz es demasiado pesada". El Señor, como
siempre, acudió y le contestó, "Hijo mío, si no puedes llevar el peso
de tu cruz, guárdala dentro de esa habitación. Después, abre esa otra
puerta y escoge la cruz que tú quieras". El joven suspiró aliviado.
"Gracias, Señor" dijo, e hizo lo que le había dicho. Al entrar, vio
muchas cruces, algunas tan grandes que no les podía ver la parte de
arriba. Después, vio una pequeña cruz apoyada en un extremo de la
pared. "Señor", susurró, "quisiera ésa que está allá". Y el Señor
contestó, "Hijo mío, ésa es la cruz que acabas de dejar".


Está alerta porque vendrán tentaciones de cobardía, desanimación y

desesperanza. El enemigo entrará en tu imaginación para levantar en el
aire castillos de dificultades insuperables. Déjale a Jesús el cuidado
de todas tus cosas y verás que todo te irá mejor. Abandónate en él y
todo se resolverá con tranquilidad según sus designios. La confianza
en el Señor es la clave. P. Natalio.

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