Las estalactitas
Buenos días, amigo/a
Cuando una dificultad seria se interpone para alcanzar tus metas, es
hora de pensar si vale la pena seguir luchando. Si la respuesta es
positiva, no te desanimes, puedes comenzar de nuevo. Paso tras paso se
llega a la cumbre, ladrillo tras ladrillo se edifican los palacios y
hachazo tras hachazo se derriban los árboles gigantes.
La paciencia se parece a las estalactitas: éstas se van formando poco
a poco en la oscuridad, se integran gota a gota y de manera irregular,
requieren tiempo, y crecen por arriba y por abajo siendo al fin muy
hermosas. La paciencia se parece también a un bonsái, esos arbolitos
enanos: solo tiempo, fe, cuidados y mimos los hacen crecer. No se
puede separar el arbolito de las ramas, ni sacarlo de su maceta para
ver si está echando raíces. Necesita la humildad del humus para
desarrollarse.
En la base de los verdaderos triunfos está siempre una paciencia a
toda prueba. Los caracteres de recio temple hallan un gozo especial en
las adversidades. Que el Señor te ayude a desarrollar una voluntad de
acero hasta llegar a ver en los obstáculos un aliciente para seguir
con más paciencia hacia tus metas. P. Natalio
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