miércoles, 19 de octubre de 2011

Cuida tu matrimonio

Buenos días, amigo/a.

Cuando ya no valoras y amas a la persona que Dios puso a tu lado; cuando te haces como ciego ante las inmensas riquezas espirituales y humanas que tiene tu cónyuge; cuando desconoces u olvidas el por qué te enamoraste del que después sería contigo un solo ser, poco a poco se hunde la estabilidad de tu matrimonio.

Mucha gente, por descuido y desidia, se encuentra el día menos pensado con un vacío grande... "desapareció el ser amado", se rompió la vinculación afectiva. No se dieron cuenta de que al no cultivar la ternura, la escucha, el respeto, el dedicar tiempo al encuentro personal; todo esto produjo un enfriamiento, y un triste alejamiento de ambos. Todo ocurre gradualmente, y un día cualquiera, se levantan y se dan cuenta de que "se les murió el amor"; que ya nada los une. Se fueron alejando y fabricando un mundo de indiferencia. Ya no hay resonancia en las palabras, en los suspiros, en los anhelos... un frío interno ha congelado sus almas. Al final, dos extraños viviendo juntos.

Aprecia y cuida tu matrimonio. Juntos arrodíllense, imploren al Señor que entre en sus vidas, que sea él quien conduzca su matrimonio, quien los mantenga unidos hasta el final. ¡Hasta que la muerte los separe! Y no se olviden, con Dios todo esto es más fácil y posible, porque ¡con él, ustedes son invencibles! (Anónimo). P. Natalio.

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