martes, 6 de septiembre de 2011


¡Bendito sea Dios!


Buenos días, amigo/a.

La adoración y alabanza surgen del conocimiento de quién es Dios. La
Biblia dice que es eterno e inmutable, santo y perfectísimo, fiel y
misericordioso, omnisciente y sapientísimo, grande y poderoso, cercano
y presente, infinito e insondable, autor de maravillas, omnipresente e
inmenso. Hay personas que viven alabando y agradeciendo a Dios por
todo.

Cada mañana una mujer salía a la puerta de su casa y gritaba:
—¡Bendito sea Dios! Y el ateo que tenía como vecino respondía: —¡Dios
no existe! Un día la mujer suplica: Señor:
¡Tengo hambre! Por favor, dame comida. A la mañana siguiente encuentra
una enorme caja, llena de alimentos, junto a su puerta. —¡Bendito sea
Dios!, exclama. —¡Le he dicho diez mil veces que Dios no existe!
–grita el vecino mientras aparece detrás de un arbusto –. Yo compré
todos esos productos. —¡Bendito sea Dios! –dice la mujer–. No sólo me
regaló comida, sino que hizo que el mismo Satanás la pagara.

La lectura meditada de la Biblia te hará sentir la cercanía del Señor.
Te parecerá escucharlo y decirte con dulce voz: “Yo estoy contigo.
Aquí a tu lado me tienes. Ni por un momento te desamparo. Déjame el
cuidado de todas tus cosas y todo te irá mejor”. Que vivas poniendo
toda tu confianza en el Señor, seguridad y felicidad del creyente. P.
Natalio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario