domingo, 3 de julio de 2011

Vela y ora por tu matrimonio


Buenos días, amigo/a.

Si consideramos un poco las causas de los problemas matrimoniales que
sacuden a tantas familias, vemos que el desconocimiento del valor de
la persona humana, la falta de un diálogo profundo, el no saber
perdonar, el no tener tiempo para convivir y el ambiente de
inmoralidad reinante, resquebrajan trágicamente la vida matrimonial.

Empieza a olvidar los malos momentos del pasado; a perdonar y a querer
más a tu cónyuge; a valorar más las virtudes y cualidades que tiene; a
no desperdiciar momentos para estar más cerca de tu ser amado y
convivir con él; a participar de sus sufrimientos e ideales, de sus
preocupaciones y triunfos; a reír juntos y a llorar juntos; a vivir en
verdad siendo un solo ser. Ama y cuida tu matrimonio. Juntos
arrodíllense, oren al Señor, las manos juntas, imploren al Señor que
entre en sus vidas, que sea él quien conduzca su matrimonio, quien los
mantenga unidos hasta el final. ¡Hasta que la muerte los separe!

Ánimo, comienza a cultivar una manera renovada de amarse y convivir
como en tus mejores tiempos. Proponte dialogar más, estar más tiempo
juntos, escucharse más. Aplica el gran remedio de la ternura y la
comprensión. Todo sacrificio vale la pena para salvar el matrimonio
del divorcio, de la soledad, del caos del hogar. (Anónimo). P.
Natalio.

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