Conserva la calma
Buenos días, amigo/a.
Serenidad es calma interior, sosiego, estabilidad de ánimo, dominio de
uno mismo. La serenidad proporciona una fuerte energía vital. La
serenidad no es apatía, impasibilidad o dejadez. La serenidad va de la
mano de la ponderación y de la objetividad. No hace tragedia de
pequeños sucesos negativos. No dramatiza.
El ascensor lleno de gente se quedó atascado, y enseguida comenzó a
producirse el pánico. Incapaz de hacerlo subir o bajar, la nueva
ascensorista no ocultaba su inquietud. Los pasajeros estaban tensos de
ansiedad. De repente, desde el fondo del ascensor se oyó una voz
tranquila que dijo: —Tómelo con calma, hija. Si usted no puede
manejarlo, yo puedo hacerlo. Trate de recordar las instrucciones, y le
vendrán a la memoria. Reinó el alivio. La muchacha reflexionó por unos
instantes, empujó una palanca y ascendimos. El hombre que había
evitado el pánico bajó en mi piso. —¿Pero, usted sabe manejar ese
aparato? —indagué. —¡Qué voy a saber! Había que animar a la chica.
El autodominio es importante para ser libre, pues de lo contrario
serás prisionero de ti mismo. No aceptes ser esclavo de tus
sentimientos negativos, como el miedo, la ansiedad, el descontento,
etc. Deslígate de ellos, despréndelos de tu vida, suéltalos,
simplemente, déjalos. Se trata de estar alerta y no darles manija,
porque crecen. P. Natalio.
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