El pavo y el gallo
Buenos días, amigo/a.
Augurios para el día de la boda: “Que tengan el coraje de amarse
siempre. Que tengan el valor de perdonarse siempre. Que tengan la
paciencia de comenzar cada día. Que tengan la dicha de ser amigos. Que
tengan la valentía de ser sinceros. Que tengan el corazón y la puerta
abiertos para todos.
Un pavo estaba pegando una tremenda paliza a su pobre compañera; y un
gallo le preguntó el por qué de tanto furor. Resolló un tanto el pavo,
y secándose el sudor: —¿No ve –dijo–, que fue esa pava a contar por
todas partes un secreto que yo le había confiado? —¿Y por esto le
pegas? –dijo el gallo–. Pues, amigo, otra vez no la maltrates, que
será más decente; ni le confíes tus secretos, que será más prudente.
Daireaux.
Que tengan el gozo de ser fieles por amor y no por obligación. En fin,
que tengan la felicidad de llegar juntos al final del camino, habiendo
constatado y mostrado que el amor es posible… si cada día lo pedimos a
Dios”. Y no olvides: La paz y la armonía constituyen la mayor riqueza
de la familia. P. Natalio.
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