jueves, 24 de marzo de 2011

¿A cuál hijo quieres más?

Buenos días, amigo/a.

Hay personas pobres que distribuyen sonrisas. Existen personas que sufren pero nos comunican alegría. Por allí van personas incomprendidas que saben comprendernos. Yo conozco personas que fueron ofendidas y supieron perdonar. Yo conozco todas esas personas… y su secreto es amar. Amigo/a, pasa por el mundo desparramando gotitas de amor.

Preguntó Dios a una madre: —¿A cuál de tus hijos quieres más? Y ella respondió: —Señor, al ausente, hasta que vuelva; al enfermo, hasta que sane; al triste, hasta que de nuevo esté alegre; al preso, hasta que recobre la libertad; al que sufre, hasta que se sienta consolado; al malo, hasta que otra vez sea bueno; al que le falta todo, hasta que no le falte nada; al descarriado, hasta que retorne al buen camino; al que está solo, hasta que no padezca de su soledad. Conmovido, dijo entonces Dios: —No sé por qué dudan algunos de que hay un Dios en el cielo, si hay tantas madres como tú en la tierra.

El amor auténtico se manifiesta en servir, ayudar, proteger. “Obras son amores, y no buenas razones”, dice el refrán español. Bajar a lo concreto, aterrizar en la realidad de la vida, es el signo del amor maduro. Evidentemente esto requiere sacrificio, entrega y olvido de sí mismo. P. Natalio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario