Jóvenes misioneras
Buenos días, amigo/a.
El 7 de julio la iglesia celebra la memoria de beata María Romero
Meneses, Hermana salesiana, nacida en Nicaragua (1902-1977); pero,
pasó la mayor parte de su vida en Costa Rica. Tuvo la capacidad de
transmitir su espíritu de misionera a un numeroso grupo de jóvenes que
envió a dar catecismo por los barrios más pobres de San José, capital
de Costa Rica.
Las chicas Emilia y Blanca, catequistas preparadas por Sor María
Romero, misionaban en un pueblo muy humilde preparando niños a la
comunión. Como no tenían donde dormir, una amiga consiguió que su
padre les cediera un galpón lleno de cosas. Cansadas, se acostaban
sobre un banco. Entre sueños oían a veces un chip, chip, más bien
raro, sibilante, pero pensaban que habría allí un clueca con sus
pollitos. La misión salió a las mil maravillas. Volvieron a la ciudad
y contaron lo que habían escuchado. “Pero chicas, aquel chip, chip,
no es de pollitos, sino de serpientes”. Unos días después Blanca
recibió una carta de su amiga quien le decía que su padre, al barrer
el galpón, encontró entre el pasto seco dos serpientes. Sor María
Romero comentó: “La Virgen es muy buena, ella las libró si no de una
muerte cierta, al menos de un susto tremendo, démosle gracias”.
Esa fue una de tantas aventuras que afrontaron aquellas jovencitas
para llevar el mensaje del Evangelio a los desprovistos de todo. Pero
las sostenía esa fe y ardor apostólico que irradiaba Sor María Romero,
coordinadora de más de treinta centros catequísticos en los que
enseñaban a conocer, amar y servir a Dios. ¿Por qué no irradiar la fe
que hay en tu corazón? P. Natalio.
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