domingo, 30 de enero de 2011

“Estén siempre alegres”


Buenos días, amigo/a.

Mañana celebraremos a san Juan Bosco. Su figura sigue atrayendo con un
hechizo especial a la juventud de las culturas y razas más diferentes.
Asombra que desde una aldehuela del Piamonte haya llevado la gloria y
los triunfos de la caridad de Cristo hasta los más alejados lugares
del mundo. Sigue siendo un ejemplo que arrastra y un poderoso
intercesor. Puedes dirigirte a él con esta oración.

San Juan Bosco, padre y maestro de la juventud, que tanto trabajaste
por la salvación de las almas: sé nuestro guía en buscar el bien de la
nuestra y la salvación del prójimo. Ayúdanos a vencer las pasiones y
el respeto humano; enséñanos a amar a Jesús Sacramentado, a María
Auxiliadora y al Papa; y alcánzanos de Dios una santa muerte, para que
podamos un día hallarnos juntos en el Cielo. Amén.

Don Bosco tenía un alma juvenil. Entre otras relevantes cualidades se
destacó en él la afición a la música. De pequeño se inició en el
estudio del violín. Compuso motivos populares, estimuló entre sus
discípulos el estudio de la música, dirigió el coro, organizó la banda
musical con los alumnos artesanos. Repetía frecuentemente: “Una casa
salesiana sin música es como un cuerpo sin alma”. Bueno, te auguro que
concluyas este mes con mucha alegría. P. Natalio.

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